jueves, 3 de noviembre de 2016

CONTEXTO DE INMERSIÓN O NO INMERSIÓN LINGÜÍSTICA

     
     En la asignatura de Procesos de aprendizaje e Instrucción de Lenguas, realizamos una actividad en grupo que consistía en una reflexión conjunta sobre la inmersión y no inmersión lingüística, a partir del análisis comparativo de materiales didácticos y de una propuesta de posibles adiciones o cambios a partir de las entrevistas a dos profesoras de ELE, expertas en la docencia en ambos contextos.
     Siempre he defendido como mejor opción y método más completo el aprendizaje de un idioma en un contexto de inmersión lingüística, imbricado con el aprendizaje de "aula", pero no me había percatado de otros aspectos tratados en la entrevista sobre la enseñanza de ELE en un contexto de inmersión lingüística, los cuales tienen mucha repercusión en el proceso de aprendizaje, tanto que mi opinión ya no es la misma. Ahora mi criterio está impregnado de otros matices que antes no había valorado. Por ese motivo, he escogido como muestra esa entrevista que se puede escuchar en el siguiente enlace
     En primer lugar, la docente diferencia, dentro del contexto de inmersión, dos perfiles de alumnos: por un lado, los que residen de manera temporal o permanente en un lugar donde el español es la primera lengua y cuyo objetivo principal es aprender nuestro idioma, y, por otro, los que están de paso y en su estancia vacacional deciden hacer un curso de español. En principio, el hecho de estar inmersos en un país en el que la lengua meta se habla como primera requiere poner en práctica un mayor número estrategias pedagógicas, así como el uso  de distintos materiales y recursos que promueven el aprendizaje de los estudiantes. Sin embargo, en un contexto de inmersión lingüística en el que los alumnos proceden de orígenes muy distintos, tienden a emplear el inglés como lengua vehicular para comunicarse, en detrimento del aprendizaje de la lengua meta, en nuestro caso el español. Esto es un inconveniente importante para el aprendizaje de esa segunda lengua, pero también es cierto que, en lo que concierne a los contextos de no inmersión, los estudiantes suelen compartir la misma lengua madre. El uso o no de esa lengua vehicular en un contexto de inmersión, así como el de la lengua madre en un contexto de no inmersión, dependerá del grado de voluntad, compromiso y esfuerzo por parte de los aprendientes, aunque no es fácil esquivar ese posible uso que facilita la comunicación. Es una herramienta muy tentadora que yo he tomado en varias ocasiones como, por ejemplo, cuando estuve en Malta durante tres semanas. Uno de los objetivos era aprender inglés, pero solo lo empleaba en el aula. Estaba en un país en el que el inglés y el maltés eran las lenguas oficiales, pero me comunicaba en español porque la gente con la que me relacionaba provenía de mi país. Sí que es cierto que no tenía una motivación alta ni necesidades inmediatas; de hecho, uno de los propósitos era disfrutar de unas vacaciones, aunque ahora, con el tiempo, me da pena no haber aprovechado más ese viaje para aprender ese idioma. Por estos motivos, debemos tener en cuenta que hay algunos factores que impulsan el aprendizaje que dependen de uno mismo, y no del contexto en el que los discentes se hallan sumergidos. Yo era una de las alumnas que pertenecía, como refiere la profesora en su entrevista, a un contexto de inmersión no real, concepto que refiero a continuación.
     Volviendo a los dos tipos de perfiles que establece la docente dentro de un contexto de inmersión, dado que la motivación y el objetivo principal de ambos son distintos, también se observan diferencias en el proceso de aprendizaje. La inmersión de los alumnos del primer grupo es más significativa, puesto que se centran en el aprendizaje de la lengua, mientras que, en los segundos, la inmersión es menor o inexistente y se relacionan a través del inglés. De ahí, destaco de la entrevista la diferencia que establece esta profesora entre contexto de inmersión real y contexto de inmersión no real. En un contexto de inmersión lingüística real, los estudiantes aprenden dentro y fuera del aula y, motivados por unas necesidades mayores, contribuyen a favorecer el proceso de aprendizaje. Por el contrario, los alumnos que se encuentran en un contexto de inmersión no real, puesto que no tienen tanta necesidad de aprender, solo se instruirán en las clases y un poco fuera de ellas. Esto me lleva a establecer la siguiente conclusión: estar en un contexto de inmersión lingüística real depende, en gran medida, de las expectativas de los alumnos, sus motivaciones, compromiso, objetivos, ganas de aprender o no, entre otros factores, lo que significa que no solo por permanecer en el lugar en el que se habla la lengua meta como primera, el aprendizaje es mayor.
    Otra cuestión importante tratada durante la entrevista está relacionada con los materiales y recursos empleados en el aula, así como con el papel que debe desempeñar el profesor para cubrir las necesidades y particularidades de cada uno de los discentes. A diferencia del contexto de no inmersión, en el que resulta más complejo tener acceso a este tipo de recursos, a veces hasta imposible, propone como actividad interesante las salidas al mercado, museo, cine, restaurante, asistir a un concierto, y otras similares, con el propósito de acercar a los estudiantes a la vida cotidiana para que practiquen lo aprendido en el aula, y así convertir el aprendizaje del aula en una experiencia viva y real. Sin embargo, los materiales con los que cuenta la docente de ELE en un contexto de no inmersión, al parecer, también cubren las necesidades de aprendizaje. En ese sentido, es importante destacar la importancia de las tecnologías y su repercusión positiva para el aprendizaje de una lengua, debido a la gran cantidad de recursos que ofrece. Hay estudiantes que, inmersos en este tipo de contexto, dado su esfuerzo y dedicación, aprenden una lengua: practican el idioma con nativos a través de las tecnologías (tándem), ven películas, leen libros en dicha lengua, etc. Por tanto, en este caso, se podría emplear el término “semi inversión”, entendido como el contexto en el que las tecnologías juegan un papel importante y contribuyen, incluso, a que la línea establecida entre el contexto de inmersión y no inmersión lingüística no sea tan clara, hasta el punto de que no haga falta trasladarse al país donde la lengua oficial es la que se pretende aprender para poder estar en contacto continuo con el idioma. De ahí, que insista de nuevo en la idea de que factores como la motivación, el interés, la actitud, el esfuerzo, etc., es lo que determina el éxito del aprendizaje, independientemente del contexto. Por lo que respecta al contexto de inmersión, a pesar de que la profesora confirma que los materiales de los que se dispone en este tipo de contexto sí cubren de forma satisfactoria las necesidades de aprendizaje, hace hincapié en el papel del profesor, que debe completarlos y adaptarlos, en función de los alumnos a los que se dirigen. Asimismo, ha de ser creativo y elaborar material propio como, por ejemplo, tareas por proyectos que motiven al grupo y cubran sus expectativas. Los profesores que ejercen en un contexto de no inmersión también deberán reflexionar sobre esta idea. Todos somos conscientes de que el contexto en el que ejercemos la docencia, junto con las características de los discentes, asociación indisoluble, marcan el eje vertebrador del que debemos partir para planificar nuestras clases y nos dan las claves para establecer determinadas estrategias en el aula, con el fin de guiar eficazmente el proceso de aprendizaje de cada uno de los estudiantes. El enfoque de nuestra acción pedagógica, anticipado y programado previamente, vendrá acompañado del seguimiento diario del proceso de aprendizaje de nuestros alumnos, con el objetivo de atender de forma satisfactoria todos aquellos problemas que puedan ir surgiendo durante el proceso y solventarlos en el momento, así como las necesidades, intereses o posibles imprevistos que se manifiesten en el grupo.
     Como se puede observar a lo largo de esta reflexión, ambos contextos, contexto de inmersión y contexto de no inmersión, diferenciados por la exposición de la lengua meta, presentan oportunidades de aprendizaje muy ricas y variadas, siempre en sintonía con las necesidades y objetivos del nuestro alumnado. Por ello, son los discentes los que, antes de enfrentarse al estudio de una lengua, pueden reflexionar y decidir qué proceso de aprendizaje se adapta mejor a sus circunstancias personales para alcanzar sus objetivos. No obstante, infiero que ambas mujeres entrevistadas coinciden en que una lengua se aprende mejor en un contexto de inmersión lingüística, en concreto, en un contexto real de inmersión lingüística, como afirma la docente que, actualmente vive en Suecia, pero impartía clases de ELE en Barcelona. Ha trabajado con ambos perfiles y, a pesar de que no le gusta generalizar, reconoce que hay diferencias en el proceso de aprendizaje de los alumnos, en función del contexto en el que se enfrentan al estudio de una nueva lengua. No obstante, también incide en la idea de que el proceso de enseñanza aprendizaje es más provechoso si se dirige desde un "aula", ya sea en un contexto de formación reglada o no reglada, con el propósito de promover el aprendizaje correcto de la lengua y de evitar la fosilización de errores. Para mí, este sería el aprendizaje más completo, a partir del cual un discente conseguiría alcanzar un nivel de competencia comunicativa considerable en la lengua objeto de estudio, con el objetivo de desenvolverse en cualquier situación comunicativa.

BIBLIOGRAFÍA
·  Novillo Navarro, P. (2016). La enseñanza de español como segunda lengua y extranjera en contextos de inmersión y no inmersión lingüística, en asignatura Procesos de aprendizaje e Instrucción de Lenguas. Máster de Profesor de Español como Lengua Extranjera. UNIBA.
·  Novillo Navarro, P. (2016)Enseñanza de español en contextos de inmersión lingüística [Archivo de audio], en asignatura Procesos de aprendizaje e Instrucción de Lenguas. Máster de Profesor de Español como Lengua Extranjera. UNIBA. Recuperado en noviembre de 2016 en: 



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